Cómo hablar bien de vos mismo (sin sonar arrogante)

Todos tenemos múltiples talentos que nos distinguen y conforman nuestro potencial único; que se desarrollan constantemente, gracias a nuestra capacidad permanente de aprender. Están íntimamente relacionados con nuestras motivaciones, ese motor interior que despierta el deseo, la curiosidad y el interés de aprender y experimentar cosas afines a nuestros gustos. Eso que te impulsa te dará grandes pistas sobre cuáles son tus talentos múltiples.

Aunque la modestia es muy valorada en nuestra cultura, hay ciertos momentos en que es muy importante hablar bien sobre uno mismo con confianza y de forma asertiva. Por ejemplo, una entrevista de trabajo o al aplicar a una universidad, en una presentación ante potenciales clientes o inversionistas o, incluso, cuando te presentan a alguien a quien le querés dar una excelente primera impresión. En mi experiencia de más de 20 años reclutando talento para diversas organizaciones, he constatado que a muchas personas se les dificulta hablar con confianza y soltura sobre sus logros y capacidades.

También es difícil poner esas cosas por escrito, en un Curriculum Vitae por ejemplo. Posiblemente es incluso más complejo que narrarlo verbalmente, puesto que al ponerlo en blanco y negro se materializa de una manera que puede hacernos sentir vulnerables de cierta forma. Pero nuestros talentos son nuestro “superpoder”, nuestra forma de dejar una huella única en el mundo, así que es muy importante empoderarse y poder describirlos con confianza y objetividad.

Para lograrlo, recomiendo las siguientes estrategias:

1.        Lo primero, identificarlos y reconocerlos. ¿Cuáles son esos talentos que más me definen? Esa pregunta es el punto de partida. En una conversación o en un CV hay que ser lo más específico posible. Para muchas personas será fácil responder y para otras no tanto… Para quienes les cueste más, recomiendo que le sigan la pista a sus pasiones, sus hobbies, sus intereses personales. Lo que hayamos estudiado nos ayuda ciertamente, pero los talentos los desarrollamos sobre todo a través de las experiencia de vida.

2.        Presentar los talentos en forma de competencias. Todos aplicamos nuestros talentos en diversas actividades, en las que solemos tener buenos resultados con facilidad y para los cuales hemos desarrollado competencias específicas. Creatividad, Servir o atender a otros, Comunicación,Planificación, Liderazgo… son ejemplos de competencias, dentro de las cuales algunas personas van a tener un mayor dominio naturalmente. Nadie domina todas las competencias que existan, porque todos somos diferentes y nuestros talentos son específicos e individuales. Por eso es importante conocer cuáles son las mías.

3.        Usar ejemplos reales, narrados como historias: Finalmente, para poder exponer tus talentos en momentos clave, con autoconfianza pero sin parecer petulante, es muy importante usar anécdotas de vida que sirvan de ejemplo para describir cómo has aplicado esos talentos en el pasado. Todo suma: experiencias durante los estudios en cualquier nivel, las aficiones personales, las acciones de voluntariado, etc. Todas las vivencias que te hayan ayudado a crecer y a desarrollar capacidades son buenos ejemplos de cómo tus talentos pueden contribuir al mundo.

Para ser asertivo frente a otras personas, lo primero es serlo con uno mismo. Hacer el ejercicio de describirse desde una óptica positiva puede resultar motivante, productivo y hasta sanador. Además, podría ayudarte a conseguir un cliente nuevo, un mejor trabajo, un aumento de salario, un cupo en un programa de estudios o hasta nuevas amistades… así que adelante, ¡a contarle tus talentos al mundo!

Next
Next

Ante la inseguridad del empleo